Desde los años 90 del pasado siglo la medición de la presión arterial (PA) se ha basado en 3 técnicas. La más antigua, pero la menos fiable, era la medición en consulta por el personal sanitario. La automedición de PA en domicilio (AMPA) comenzó a utilizarse en la década de 19401 pero no se convirtió en una opción diagnós-tica hasta el desarrollo de los equipos electrónicos semiautomáticos a final de siglo. Esto coincidió aproximadamente con la expan-sión de la monitorización ambulatoria de PA (MAPA), siendo este último con diferencia el método diagnóstico más fiable para las alteraciones de la PA.
En este artículo de la Revista Medicina Clínica Titulado "Medición automatizada de presión arterial en consulta"(Med Clin (Barc). 2020;154(2)), se plantea que Tras la publicación del estudio Systolic Blood Pressure Inter-vention Trial (SPRINT) la medición automatizada (o inobservada, unobserved) de PA en consulta (MAPAC), aporta una interesante propuesta para reducir la influencia de la reacción de bata blanca —tanto en su forma clásica como en la inversa— en la medición de PA en consulta. No obstante, es pronto para determinar si debe sustituir como técnica habitual a la tradicional medición en consulta por el profesional sanitario. En cualquier caso se afirma en el artículo, la MAPA sigue siendo el patrón oro de la medición de la PA para todos los profesionales.
El caso es que me pregunto, en nuestro Centro de Salud disponemos de la MAPA, y sin embargo este método diagnóstico se está infrautilizando y/o utilizando de forma selectiva solo por algunos profesionales...
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