La atención al enfermo con patologías crónicas no es una novedad en el contexto de la Atención Primaria de Salud (APS). Sin embargo, el aumento de la supervivencia de estas personas ha facilitado la existencia de un nuevo grupo de pacientes, con enfermedades crónicas y situaciones diversas, que dificultan su calidad de vida más allá de las propias características de dicha enfermedad. Los centros de salud se ven desbordados, y con ellos, los servicios de urgencias, las plantas hospitalarias de prácticamente todas las especialidades médicas... Desbordados por las necesidades de este grupo creciente de pacientes. Sistemas sobrecargados, con grandes problemas económicos que ven cómo los presupuestos se agotan en esta incesante avalancha. Profesionales frustrados, dedicados a tratar a unos enfermos cuyos retos no están en las guías clínicas que conocen. Y pacientes y familias desorientados en un ir y venir de un lado a otro. ¿Será cosa de la complejidad?.
El concepto de complejidad clínica viene definido por la dificultad en la gestión de la atención de un paciente y la necesidad de aplicarle planes individuales específicos a causa de la presencia o la concurrencia de enfermedades, de su manera de utilizar los servicios o de las características de su entorno. Si por enfermedad crónica (EC) entendemos aquella enfermedad de curso evolutivo largo, un paciente crónico complejo (PCC) es aquella persona con una enfermedad (o más de una) de larga evolución, cuya gestión clínica es percibida como especialmente difícil por sus profesionales referentes. Un subgrupo de estos enfermos crónicos son los pacientes crónicos complejos avanzados (PCA), con unas características especiales. Diversos estudios epidemiológicos permiten establecer una prevalencia poblacional de PCC de alrededor del 5%, de los cuales un 1% correspondería a PCA, tomado de Editorial monográfico AMF 2017 "el paciente con cronicidad compleja".
Para proporcionar una Atención Primaria de calidad de forma general y en especial a los pacientes crónicos com- plejos (PCC) y a los pacientes crónicos avanzados (PCA), se debe trabajar en equipo y, desde un planteamiento óptimo, se debería de nir, en primer lugar, qué atención se va a dar y cómo hacerlo para decidir posteriormente qué recursos humanos se van a necesitar. La multidisci- plinariedad, entendida como la actividad compartida del trabajo entre profesionales de distintas disciplinas dentro de un mismo equipo, produce un aumento de la e ciencia y disminuye las cargas de trabajo siempre que no se du- pliquen las actividades y los profesionales profesen una actitud resolutiva. En Atención Primaria (AP), el modelo que asume y garantiza que la atención de los problemas de salud de estos pacientes es responsabilidad de todos los profesionales es la organización por unidad básica asistencial (UBA), tomado de AMF 2017;13(5): "Organización de la atención a la complejidad sobre nuestras propias fortalezas".
Para proporcionar una Atención Primaria de calidad de forma general y en especial a los pacientes crónicos com- plejos (PCC) y a los pacientes crónicos avanzados (PCA), se debe trabajar en equipo y, desde un planteamiento óptimo, se debería de nir, en primer lugar, qué atención se va a dar y cómo hacerlo para decidir posteriormente qué recursos humanos se van a necesitar. La multidisci- plinariedad, entendida como la actividad compartida del trabajo entre profesionales de distintas disciplinas dentro de un mismo equipo, produce un aumento de la e ciencia y disminuye las cargas de trabajo siempre que no se du- pliquen las actividades y los profesionales profesen una actitud resolutiva. En Atención Primaria (AP), el modelo que asume y garantiza que la atención de los problemas de salud de estos pacientes es responsabilidad de todos los profesionales es la organización por unidad básica asistencial (UBA), tomado de AMF 2017;13(5): "Organización de la atención a la complejidad sobre nuestras propias fortalezas".
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