Este sábado Javier participó en el V Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, mediante el taller titulado "FORMANDO EQUIPOS EXCELENTES". Sobre este taller que ya se incluyó en la edición anterior del IV Congreso (ver entrada 2012), cabe destacar la visión que planteada en relación a la necesidad de... “lideres clínicos locales”
J.Javier Blanquer
Planteada la necesidad de cambiar nuestro modelo gestión hacia aquel basado
en un desarrollo de bajo-arriba no centralizado, que usando incentivos de mercado anime a la competencia entre centros y
profesionales aumentando así la eficiencia y la calidad, y que posibilite, la mayor elección y participación de los ciudadanos para que
ayuden a dar forma al sector transformándolo desde sus bases. Se condicional la
necesidad de desarrollar la capacidad de liderazgo local por los profesionales
y usuarios del sistema, solicitando de forma explícita su colaboración real en
el liderazgo compartido del sector sanitario, y no solo su colaboración
clínica. La evidencia actual indica que los cambios más importantes y sostenidos
se han dado en aquellas organizaciones que permiten que el cambio venga de
abajo, de los responsables y profesionales y usuarios en primera línea.
El camino para la excelencia en la atención sanitaria pasa por el liderazgo
clínico local, lo que requiere una actitud diferente en el ejercicio del poder
y un nuevo perfil de liderazgo. En gran parte, el éxito del cambio dependerá
del estilo de gestión individual de los líderes del sector. El líder de este
cambio tendrá que ser más humilde en el ámbito central reconociendo que la
innovación puede venir de abajo. Por otro lado tendrá que ser más valiente
aceptando la variabilidad que esta forma de actuación implica y incentivando la
innovación y el pleno desarrollo local.
Es este líder clínico local ha de gestionar voluntades, proveer el marco,
los valores, los recursos y la motivación a los miembros de su organización
para que sean capaces de conseguir objetivos previamente acordados. Este ha de
considera varias opciones, vigilar las posibles oportunidades y trabajar sobre
listas de objetivos. Debe utiliza un método prospectivo y no restrospectivo
como los gestores, estimular la participación y la implicación de los miembros
del equipo, dando así forma a la cultura de la organización. Este líder no
busca reducir la incertidumbre como es el objetivo del gestor, y su liderazgo siempre
es emergente y personal, tiene un componente moral o ético en la forma de
actuar y trata de situarse en el consenso.
Este estilo de liderazgo clínico ha de basarse en dos elementos: Una información sobre la práctica clínica que sea fiable, robusta e
inteligible y que permita conocer los puntos débiles de la asistencia prestada
y las oportunidades de mejora; y La creación de una cultura organizativa que sirva de vehículo para el desarrollo
de las mejores actuaciones a través de dicha práctica clínica.
También existen obstáculos a este tipo de liderazgo, pues se:
1.
Requiere dar facilidades al
clínico que quiera entrar en la gestión, compatibilizando este desempeño con el
suyo propio, para que el retorno sea armónico.
2.
Es difícil que un jefe o
director clínico pueda ejercer un liderazgo efectivo sin las herramientas
adecuadas para incentivar a su equipo, estableciendo un sistema de logros
planificado a corto y medio plazo, y de reconocimiento y recompensas a los
miembros de la organización que se implican, favorecen y mantienen estos
logros.
3. Debería de suministrarse a los políticos suficientes evidencias de que los
cambios suaves y armónicos, de abajo arriba son más efectivos y producen mejoras
más duraderas.
Para conseguir este líder clínico local debemos garantizar unos requisitos
adicionales
1.
Que los líderes cuenten con
seguidores para que su trabajo sea efectivo. El desarrollo de mecanismos de
seguimiento es el mayor desafío para las organizaciones sanitarias.
2. Dar a conocer el liderazgo en las propias organizaciones sanitarias, que
suelen ser en exceso rígidas y burocratizadas. Lo más importante es que los
gestores sean capaces de crear y comunicar los objetivos de la organización a
todas las personas, formando una COALICIÓN DE LÍDERES CLINICOS con suficiente
poder y credibilidad para impulsar y establecer los cambios neceser para
alcanzar esos objetivos, y que éstos a su vez sean capaces de transmitir la
necesidad de dichos cambios, coordinando e incentivando a los miembros de sus
respectivos grupos para el trabajo en equipo.
Es preciso crear las condiciones que estimulen a los clínicos a sumarse a
los cambios, desarrollarlos y fortalecerlos. Si conseguimos la coordinación y
la incentivación necesarias para que se impliquen y concentramos todos los
esfuerzos en alcanzar los objetivos comunes, tendremos una garantía de éxito en
la búsqueda de la excelencia de la atención sanitaria. Pudiendo, de esta forma,
recuperar los recursos y el derroche que actualmente se está realizando en la
gestión clínica:
1.
Fomentando la participación
e implicación de los pacientes.
2.
Papel activo de las
instituciones científicas en la puesta en práctica de la MBE en especial para
"dejar de hacer" - do not do- y -choosing Wisly-.
3.
Reorganización de los
modelos de trabajo profesional centrandolos en las necesidades de los
pacientes. Rutas Asistenciales. Modelos organizativos de trabajo en
equipo corporativo multidisciplinar e integrado sobre la base de
los ciclos de las enfermedades que afectan a los pacientes que se
atienden.
4. La práctica sistemática del Benchmarking, sobre la transparencia en la
comparación o de los resultados clínicos entre unidades.
Referencias utilizadas:
2.
Juan del Llano
Señarís, José Manuel Rodríguez Roldán y Mª José Jiménez Martín. Elcamino para la excelencia en la atención sanitaria pasa por el liderazgoclínico. Gestión Clínica y
Sanitaria. 2004; 6(3):87-99.
3.
J.R.
Repullo. Taxonomía práctica de la «desinversión sanitaria» en lo que no añade valor, para hacer sostenible el Sistema Nacional de Salud. Revista de
Calidad Asistencial. 2012;27(3):130-138.
4.
Jordi Varela. Sobre el derroche en gestiónclínica y cómo abordarlo . Gestión en Atención Primaria. 2013.
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