martes, 15 de abril de 2025

Pruebas de Laboratorio: Lo pedimos todo

Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás. Voltaire.

De estas cosas y alguna más hablaremos hoy en la sesión que Javier (MFyC) ha preparado tras el cambio del sistema de solicitud analítica GESPET. La analítica es la prueba complementaria más solicitada en Atención Primaria (1 de cada 11 consultas) y se estima que participa en un 60-70% de nuestras decisiones clínica. Son muy frecuentes los resultados analíticos alterados, aunque su impacto final en nuestra práctica es reducido. Más de un 40% de los casos con resultados alterados, realizados en la investigación de síntomas, no modifica el manejo clínico. Existe una alta variabilidad en la utilización del laboratorio clínico entre distintas especialidades médicas y en los distintos ámbitos ambulatorio/hospitalario y rural/urbano. Esta variabilidad se manifiesta también entre profesionales de la misma especialidad y el mismo ámbito, y está relacionada con factores intrínsecos al profesional, como la configuración de distintos estilos de práctica clínica, y otros muchos factores externos, como la carga asistencial, el tiempo por paciente y la longitudinalidad (AMF 2024;20(10):571-579).
Las revisiones de salud que a menudo incluyen una analítica sanguínea, con periodicidad habitualmente anual, son un fenómeno extendido en las consultas de los centros de salud y la tendencia es al alza. Su objetivo es detectar factores de riesgo o enfermedades en fase inicial para, mediante intervenciones precoces, mejorar la salud de la población. La evidencia actual no las recomienda por la desfavorable relación entre beneficio y daño. Resulta arduo persuadir a los pacientes en «el no hacer» y enmendar la rutina actual de «analítica anual y completa». Las fuentes Right Care recomiendan no realizar análisis de chequeo en la población adulta sana y asintomática por el riesgo asociado de sobrediagnóstico y sobretratamiento. Instituciones como el United States Preventive Services Task Force (USPSTF) o el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) son de gran ayuda para el clínico en la toma de decisiones. El médico de familia recibe una cantidad importante de resultados de análisis de población sana procedente del medio laboral. Ello genera una cuestión ética: ¿quién debe interpretar los resultados?, y una cuestión de seguridad, al no conocer los motivos. El consentimiento informado en las revisiones de salud debe ser un proceso de comunicación continua médico-paciente. En el caso de ceder al chequeo analítico, adquiere especial importancia, pues sería el modo formal de asegurar que la información sobre los riesgos es notificada y entendida por el paciente (AMF 2024;20(10):628-635). 
 

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