lunes, 13 de junio de 2011

hablando de ...prazoles: IBP y Caramelos

Esas pequeñas charraditas durante el café también pueden servir para nuestras sesiones...
El pasado jueves (9/06/2011) estabamos en esas ...charraditas del café...  cuando Santiago, nuestro nuevo pediatra, comentó que le llamaba la atención la cantidad de madres que solicitaban  IBP para sus hijos ante la asociación de Antiinflamatorios No Esteroideos en su tratamiento (AINEs). Precisamente el "consejo de este mes" que aparece en la pizarra que presento en la sala de espera se orienta a esta protección mal entendida como se describe en el editorial de la revista FMC de la que ha destacado Judith R-4, en su sesión Bibliográfica:
  • ¿Se prescriben inhibidores de la bomba de protones en niños como caramelos?: En el estudio de Aragón del Sector I, de los 384 pacientes estudiados, el 13,3% eran menores de 14 años (51/384), a pesar de que el uso de IBP no está, en general, recomendado en ficha técnica para menores de 12 años. Analizándolo por grupos de edad, el 53,1% de los niños tienen ≤ 10 años, 12,2% once años, 18,4% doce años y 16,3% trece años. Y sólo cumplían criterios de indicación de IBP el 18% (9/51). Estos resultados son concordantes con los existentes hasta ahora, como en la revisión de Carcelén, donde muestra que el uso de IBP en pediatría es cada vez más frecuente. 
  • ¿Es inocuo el tratamiento con inhibidores de la bomba de protones? Son conocidos los riesgos potenciales asociados con la terapia de IBP a largo plazo, como hipoparatiroidismo o hipomagnesemia, déficit de vitamina B12 cuando se dan durante más de doce meses, diarrea por Clostridium difficile o neumonía adquirida en la comunidad y el aumento de fracturas de cadera. Mención especial merecen las interacciones con diferentes fármacos, entre ellos con el clopidrogel (evitar omeprazol y esomeprazol), ya que disminuirían la efectividad del mismo. Es indispensable usar la dosis más baja necesaria para lograr la meta terapéutica.
  • ¿Cuáles son los costes? Con los datos obtenidos en el estudio de Aragón, al que hacen mención a lo largo de este editorial, se calculó que el coste medio anual de IBP entre los que no estaba indicado su uso fue de 114,20 euros por paciente, lo que supondría un coste total anual evitable de 26.722,8 euros, sólo para los pacientes incluidos en nuestro estudio, cifras alarmantes si las extrapolamos a toda la población.
Concluyendo como no podria ser de otra forma, en la necesidad de una correcta indicación que asegure la utilización de IBP de forma apropiada con el mínimo riesgo y con la mejor relación coste-efectividad. Siendo necesario que reflexionemos de forma colectiva, conociendo las indicaciones e individualizando en cada paciente la mejor opción posible. Inhibidores de la bomba de protones, ¿la protección mal entendida? Publicado en FMC. Form Med Contin Aten Prim. 2011;18(05):243-5 

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