El pasado martes día 15 hablamos de dieta equilibrada.
Conocemos como Dieta Mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos. Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productos vegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales, el aceite de oliva como grasa principal y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
Un metaanálisis publicado en Journal of The American College of Cardiology concluye que la adherencia a la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de síndrome metabólico. La Dieta Mediterranea tiene un papel protector en los componentes del síndrome metabólico como la circunferencia de la cintura, el perfil lipídico, la presión arterial sistólica y diastólica, y la glucosa.
Conocemos como Dieta Mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos. Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productos vegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales, el aceite de oliva como grasa principal y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
Un metaanálisis publicado en Journal of The American College of Cardiology concluye que la adherencia a la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de síndrome metabólico. La Dieta Mediterranea tiene un papel protector en los componentes del síndrome metabólico como la circunferencia de la cintura, el perfil lipídico, la presión arterial sistólica y diastólica, y la glucosa.
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